3° Clase:
En esta primera Unidad de filosofía de la Educación nos permitimos pensar sobre las concepciones acerca de la educación.Para esto hemos tomado como insumo nada más y nada menos que a Sócrates. Siguiendo en esta linea sumamos a Rancière con su obra "El maestro ignorante"
Y ahora les dejo un texto que nos remite a otra figura para seguir profundizando sobre la educación.. inclusive en figuras de educadores que posibilitan problematizar y repensar sobre los vinculos que han de establecerse entre educador y educandos; sus posibilidades potencias...
KANT Y LA EDUCACION
Dr. Nelson Campos Villalobos
_________________________________________________________________________
Kant ha sido uno de los
filósofos más destacados y ha inspirado a millones de personas, siendo el
filósofo más leído y discutido en las facultades de educación y de filosofía en
el mundo. Nació en la ciudad de Koenisberg, el 22 de abril de 1724, de donde no
salió en toda su vida. Era tan metódico que sus contemporáneos y vecinos
señalaban que se podía poner el reloj a la hora porque su paseo al caer la
noche se hacía siempre a la misma hora exacta. Si bien su vida parece aburrida,
ya que no se casó ni tuvo descendientes ni tampoco viajó, su vida intelectual
en cambio fue emocionante. Siempre se le consideró un gran maestro y sus clases
eran populares en la Universidad de su región. Falleció en su ciudad natal el
12 de febrero de 1804.
No era de una familia rica, por
lo cual, cuando falleció su padre debió retrasar su doctorado en filosofía y se
mantuvo económicamente dando clases particulares a jóvenes que deseaban entrar
a la universidad, lo que parece despertó en él una vocación pedagógica que
desconocía. Cuando obtuvo su doctorado, ingresó a la Universidad de Koenisberg,
donde enseñó varias disciplinas, lo que es un indicador de su sapiencia precoz
y su amor por el estudio: Matemáticas, Ciencias y Filosofía fueron las materias
que escogió para enseñar, con bastante exito en la rigurosa universidad a la
cual se uniría el resto de su vida. Posteriormente, en 1770, el rey Federico II
lo confirmó en su cargo de profesor.
Hay que hacer notar que llevado
por su amor al raciocinio y a la verdad filosófica, inevitablemente chocaría
con la mentalidad rígida religiosa que imperaba no solamente en Koenisberg,
sino que en toda Europa. Cuando añadió a sus intereses el tema religioso, trató
de entenderla bajo su razonamiento crítico-formal, con lo cual despertó las
alarmas entre el clero, el que se acercó al rey, quien era Federico II de
Prusia, el mismo quien lo confirmara en su cargo en la universidad, como ya se
dijo, para expresarle sus quejas y temores. El rey, deseando evitarse
conflictos, prohibió a Kant , en el año 1794, que enseñase, escribiese o
discutiese con sus estudiantes temas sobre religión. Kant debió someterse,
cuerdamente, a la disposición real y respetó la orden hasta el fallecimiento
del monarca. Luego, entendió que la orden era personal del rey, no de su
sucesor, así que apenas ocurre el cambio, vuelve a retomar el tema y publica La
religión dentro de los límites de la mera razón.
Como nota histórica, recordemos que Prusia , en 1722, fue el Estado que
por primera vez en la historia de la educación, decretó la educación
obligatoria entre los cinco y hasta los 13 años de edad. A esa fecha Kant tenía
dos años de edad, por lo cual se crió en un reino donde todos los súbditos
tenían una escuela donde estudiar. Claro que el intrés real estaba en poder
disponer de un ejército cuyos reclutas educados pudiesen recibir la instrucción
militar en menos tiempo, lo que evidentemente logró como demuestra la historia.
Lo que llama la atención en los
lectores dedicados, es la enorme masa de conceptos nuevos y a los cuales les
dio nombre, que acuñó Kant en sus publicaciones. Estas son bastante densas y
creo firmemente quie pocos filósofos profesionales lo han leído completa y
detalladamente. Entre los estudiantes actuales suelen circular libritos con el
nombre de Todo Kant resumido o Kant al alcance de todos, lo que en justicia no
es posible, por la complejidad teórica y el lenguaje altamente especializado,
que requiere más conocimientos de filosofía de parte del lector o estudiante.
Sin embargo, su Pedagogía es una obra que se lee con facilidad.
Durante toda su vida profesional Kant estuvo relacionado con la
pedagogía, puesto que fue como profesor universitario bastante exitoso por el
interés que despertaba en sus estudiantes y porque era innovador en la cátedra,
además de plantear los problemas filosóficos con nitidez y a la vez humildad,
pues escuchaba con atención a sus alumnos y los respetaba. Con muchos de ellos
compartía veladas en su propia casa.
En su época la Universidad de
Koenisberg había incorporado la formación profesional de maestros y por lo
mismo pidió a todos sus académicos que en forma rotatoria dictasen clases
relacionadas con la enseñanza. A Kant le correspondió en el año académico
1786-1787 y con su habitual rigurosidad preparó esas lecciones saliéndose de la
metodología tradicional imperante y prefirió escoger un libro de la época y
discutirlo en la clase. Escogió como autor de su preferencia a Rousseau,
filósofo al que admiraba. En su casa, austera y propia de un solterón,
solamente tenía un cuadro, que era justamente un retrato de Rousseau. Como se
disponía en el año citado de un manual introductorio al pensamiento
rousseniano, escrito por el educador y filósofo Basedow, titulado Das
Elementalwerk, lo empleó como texto del curso y a través de sus comentarios
siguió el razonamiento educacional de Rousseau. Esas clases dieron origen al
libro titulado Uber Pedagogik. En educación se le recordará siempre por ese
pequeño libro, donde expresa sus ideas y titulado sencillamente en español Sobre
Pegagogía (1803), que todos los educadores deberían haber leído. Comienza
señalando:
“El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por
educación los cuidados (sustento, manutención), la disciplina y la instrucción,
juntamente con la educación Según esto, el hombre es niño pequeño, educando y
estudiante.
…. La educación es un arte, cuya práctica ha de ser perfeccionada por
muchas generaciones. Cada generación, provista de los conocimientos de las
anteriores, puede realizar
constantemente una educación que
desenvuelva de un modo proporcional y conforme a un fin, todas las
disposiciones naturales del hombre, y conducir así toda la especie humana a su
destino. La Providencia ha querido que el hombre deba sacar el bien de sí mismo
y le habló, por decirlo así:
«¡Entra en el mundo!; yo te he provisto de todas las disposiciones para
el bien. A ti toca desenvolverlas, y, por tanto, depende de ti mismo tu propia
dicha y desgracia.» El hombre debe desarrollar sus disposiciones para el bien;
la Providencia no las ha puesto en él ya formadas; son meras disposiciones y
sin la distinción de moralidad. El hombre debe hacerse a sí propio mejor,
educarse por sí mismo, y, cuando malo, sacar de sí la moralidad.”
Como puede advertir el lector informado, Kant se anticipa a John Rawls al señalar que el hombre carece al
nacimiento de los valores como la bondad, la amistad, la generosidad, la
solidaridad y que es labor de la educación formal y de la familia inculcarlos
en el niño. Rawls considera que la generosidad y el altruismo no están en
nuestra genética y hay que aprender estas ideas en la escuela y en el hogar y
la sociedad debe proporcionar los medios para ejercer esos sentimientos, digo
yo.
Otra idea importante en la pedagogía kantiana está en considerar que la
educación es el problema más grande al que tiene que enfrentarse el ser humano;
tanto así que si los problemas esenciales del ser humano se pudieran reducir a
dos, éstos serían el ya indicado y el otro es el de gobernarlo; por tanto hay
que dedicarle la atención que ambos temas se merecen. Ya al asentar esta
problemática pone al filósofo en el camino de la reflexión más ardua y que pese
a la dedicación de mentes esclarecidas, la educación es siempre una
preocupación que no tiene la solución más conveniente.
La tercera afirmación válida de
Kant es que el hombre llega a serlo solamente por la influencia de la
educación:, el por qué es tan difícil esta tarea se debe a que el hombre debe
perfeccionarse a sí mismo, pasando luego la misión a las nuevas generaciones, por lo cual la
pedagogía trasciende a la historia. La racionalidad de Kant ante este fenómeno
humano da paso a los sentimientos, lo que no vemos en otras de sus obras. Kant
se emociona, y ante la pedagogía se transforma en idealista, porque gran parte
de su vida la dedicó a la enseñanza, que como dijimos fue desde muy joven su
trabajo principal y su forma de vida.
El filósofo es consecuente con su teoría sobre el deber, que conlleva a
la disciplina, es decir, el sacrificio de los placeres para cumplir con el
objetivo vital del ser humano: cumplir con su deber, no por obligación, sino
por una convicción interna. Veamos con sus propias palabras lo que pensaba
acerca de la disciplina como requisito para poder educar al ser humano:
El género humano debe sacar poco a poco de sí mismo, por su propio
esfuerzo, todas las disposiciones naturales de la humanidad. Una generación
educa a la otra. El estado primitivo puede imaginarse en la incultura o en un
grado de perfecta civilización. Aun admitiendo este último como anterior y
primitivo, el hombre ha tenido que volverse salvaje y caer en la barbarie.
La disciplina impide que el hombre, llevado por sus impulsos animales,
se aparte de su destino, de la humanidad. Tiene que sujetarle, por ejemplo,
para que no se encamine, salvaje y aturdido, a los peligros. Así, pues; la
disciplina es meramente negativa, esto es, la acción por la que se borra al
hombre la animalidad; la instrucción, por el contrario, es la parte positiva de
la educación.
La barbarie es la independencia respecto de las leyes. La disciplina
somete al hombre a las leyes de la humanidad y comienza a hacerle sentir su
coacción. Pero esto ha de realizarse temprano.
Así, por ejemplo, se envían al principio los niños a la escuela, no ya
con la intención de que aprendan algo, sino con la de habituarles a permanecer
tranquilos y a observar puntualmente lo que se les ordena, para que más
adelante no se dejen dominar por sus caprichos momentáneos.
Pero el hombre tiene por naturaleza tan grande inclinación a la
libertad, que cuando se ha acostumbrado durante mucho tiempo a ella, se lo
sacrifica todo. Precisamente por esto, como se ha dicho, ha de aplicarse la
disciplina desde muy temprano, porque en otro caso es muy difícil cambiar
después al hombre; entonces sigue todos sus caprichos.
Para los educadores de profesión hay una idea fundamental en Kant, que
es bueno tenerla presente en quienes forman a los maestros y se refiere a que
la pedagogía es una ciencia que se debe cultivar y mejorar continuamente:
El arte de la educación o pedagogía, necesita ser razonado' si ha de
desarrollar la naturaleza humana para que pueda alcanzar su destino.
Los padres ya educados son ejemplos, conforme a los cuales se educan
sus hijos, tomándolos por modelo. Si éstos han de llegar a ser mejores, preciso
es que la Pedagogía sea una disciplina; sino, nada hay que esperar de ellos, y
los mal educados, educarán mal a los demás.
En el arte de la educación se ha de cambiar lo mecánico en ciencia: de
otro modo, jamás sería un esfuerzo coherente, y una generación derribaría lo
que otra hubiera construido.
De la ética de Kant hay algunas ideas que podrían guiar el accionar de
todo buen pedagogo y que pongo en mis palabras para adecuar a Kant al lenguaje
de la educación actual:
a) Actúa de tal manera que
sirvas de ejemplo a tus estudiantes y a quienes te rodean, especialmente a tus
colegas
b) Actúa guiado por tu
concepto moral del deber, pues eres un maestro y tienes obligaciones que surgen
de la profesión que has escogido para toda tu vida. Es un deber categórico el
ser justo al enseñar.c) Recuerda que en cada estudiante encontrarás un fin; nunca los consideres solamente un medio para ganar dinero o prestigio y es tu deber que cada uno de ellos encuentre ese fin.
Como puede verse en estas pocas citas, Kant tiene mucho que aportar a
los futuros pedagogos y es conveniente que sus maestros lean a este autor con
detenimiento, pues aunque han pasado muchas generaciones, el filósofo de
Koenisberg aún tiene mucho que decirnos. Por ejemplo, la siguiente cita es muy
válida, se refiere a que solamente los más doctos debieran tomar decisiones
pedagógicas: La dirección de las Escuelas debería depender sólo del juicio de
los entendidos más esclarecidos y esta es una verdad que convendría hacer saber
a la burocracia en cualquier lugar.
Finalmente, desearía que los jóvenes pedagogos aprendiesen a conocer y
entender a Kant, pues tienen mucho que aprender de este filósofo para guiar su
vida personal, familiar y profesional.
__________________________________________________________________________
REFERENCIAS DE ESTE ARTÍCULO
Akal (2003): Immanuel Kant.
Pedagogía. Akal básica de bolsillo, 3a. ed. Madrid.
Barcena Orbe, Fernando (1992) La filosofía de la educación en Europa.
Dykinson, Madrid.
Bedoya, Jos.e: (2006) Epistemología y Pedagogía. Ecoe, Bogotá.
Campos, Nelson: (2006) Historia del Pensamiento Pedagógico. FCB,
Santiago
Campos, Nelson: (2004) Filosofía de la Educación. La búsqueda de
justicia y equidad en una sociedad injusta. Caligrafic, Santiago.
Kant, I: (1803) Uber Pedagogik.
Editado por F. T. Rink
Torretti, Roberto: (2009) Manuel Kant. Estudio sobre los fundamentos de
la Filosofía Crítica. 3 Tomos, Ed. U. Diego Portales, Santiago.
Speck, Josef: (1981) Conceptos fundamentales de pedagogía. Herder,
Barcelona
Comentarios
Publicar un comentario